El Grupo parroquial de Duelo es un espacio sólido de sanación interior y de evangelización, en uno de los momentos más críticos de la existencia de las personas: la muerte del ser querido.
Al igual que, para sanar una herida en el cuerpo, ésta debe cerrar y cicatrizar, la muerte del ser querido produce heridas que afectan al cuerpo, a las emociones, a los pensamientos, a las relaciones con los demás, a los valores vitales y a la vida espiritual. Son heridas profundas, que deben ser sanadas en esas seis dimensiones a fin de poder alcanzar de nuevo paz interior y alegría de vivir, y tener un proyecto significativo de vida.
Dado que la centralidad de nuestra fe es la esperanza nacida de la Resurrección de Cristo, la Iglesia no puede dejar de ser “Madre y Maestra” para sus hijos, los fieles, que tienen que afrontar el mayor sufrimiento existencial de su vida. El Grupo de Duelo nace desde la pastoral parroquial, del seno de la Iglesia, en la Iglesia, para la Iglesia, como un proyecto de Iglesia.
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¿CÓMO FUNCIONA?
Al Grupo, que se reúne semanalmente en los salones de la parroquia, asiste un máximo de doce “dolientes” (personas en sufrimiento por la muerte de seres queridos), dirigidos por uno o dos coordinadores formados específicamente en la Pastoral del Duelo.
En cada Encuentro semanal se trata uno de los temas característicos propios del duelo (sentimiento de culpa, rabia, extrañeza, apego, ideas insanas, pérdida del sentido de la vida, enfado con Dios…), y se comparten los sentimientos y pensamientos entre todos los dolientes, en un clima de confidencialidad y de camaradería, lo cual tiene un evidente efecto sanador sobre todos los participantes. Es un Grupo de Ayuda Mutua, es decir, no solamente cada doliente recibe ayuda del Grupo, sino que también la da, desde su sufrimiento, al propio Grupo.
HORARIO
Martes de 19:30 a 20:30
¿CÓMO PARTICIPAR?
Pásate por el despacho parroquial (ver horarios).
¿OTRAS DUDAS?
O directamente en el despacho parroquial (ver horarios).